"He visto cosas que los humanos ni se imaginan.
Naves de ataque incendiándose cerca del hombre de Orión.
He visto rayos de mar, centellando cerca de la puerta de Tannhauser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lagrimas en la lluvia.
Es hora de morir".
De esa manera Roy Batty el personaje de "Blade Runner" encarnado por el inmenso Rutger Hauer se despedia de su ciclo de vida como autómata.
A su modo en "Moon" la brillante opera prima de Duncan Zowie Haywood Jones, también conocido como Zowie Bowie (el hijo de Bowie bah) Sam Bell, el protagonista -interpretado por el loco lindo de Sam Rockwell- tiene la misma revelación que Roy, con una pequeña diferencia, el no es un robot.
Es decir, la historia de un hombre reeplanteándose su existencia luego de tener una revelacion, al igual que la alegoría de la cueva de Platón pero arriba de una nave espacial a gravedad 0.
Excepto por el uso minimo de planos en exteriores, el primer largometraje de Duncan podría ser tranquilamente teatralizable.
Como toda película de género, es inevitable encontrar varias reminiscencias de clásicos de ciencia ficción en Moon, Gerty la máquina -interpretada por un casi irreconocible Kevin Spacey- es un claro guiño a la HAL 9000 de "2001 Odisea en el espacio", el clima de claustrofobia omnipresente, mezcla de paranoia e incertidumbre, recuerdan a "Solaris" (la original rusa de 1972 y otra gran película de sci-fi-losofico) a diferencia que en Moon no hay lugar para conjeturas como en 2001, y el juego psicologico de Solaris se traduce en el film de Duncan en una única verdad, la cruda realidad.
Un excelente debut de este prometedor director inglés que se pasó del mundo pirotécnico de la publicidad a la pantalla grande sin contaminarse en el intento, revitalizando asi mismo un género muy bastardeado en las ultima décadas como la ciencia ficción.
Fly me to the moon!
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